Creado por Kurt Ekman, posterior a la II Guerra Mundial. Método de tratamiento cuyo tejido objetivo es el tejido muscular y conectivo. En ellos se liberan los planos de deslizamiento profundos que deben existir de sus adherencias con movilizaciones tisulares analíticas y específicas. Se realiza mediante unos ganchos aplicados contra la piel, que permiten relajar el tejido blando y mejorar su vascularización.